En mayo de 1980, contando con apenas 15 años de edad perturbada, agobiada y bastante confundida en ese momento, me emprendí en lo que yo pensaba en aquel momento una aventura. Era un viaje de ida y regreso del que sin saber, me marcó un destino sin regreso a mi casa. Como adolescente al fin, estaba pensando que era una aventura más con mis amigas, que para mí ellas eran mi soporte emocional y mentalmente en ese momento de mi vida. Ya que sufría de abuso físico y sexualmente en mi persona, tome la decisión de escapar de eso. Y como ellas se iban del país, no acepte la idea que me dejaran sola en ese momento, ya que no tenía el apoyo de mis padres. Me abia escapado de mi casa con mi silencio de abuso, y con ellas sobrevivi, brindándome su apoyo de comer y dormir en sus casas. Así fue como me embarqué a este paso tan grande que cambio mi destino con una historia que contar.

Por razones de la vida, en el puerto del Mariel donde todo empezó, nos separaron y no las vi más. Yo solita en una base militar estadounidense, me recalorizaron en Fort Indiantown Gap, Pennsylvania, area de menores sin familia. Luego me enviaron a una escuela para seguir estudiando, la cual yo no quería continuar ahí. Me sentía extraña y no hablaba inglés. Ahí fue cuando empezaron mis emociones a perturbarme mentalmente, porque no entendía en ese momento lo que estaba pasando y por qué.

Me sacaron de la escuela y me llevaron a un hospital mental Saint Elizabeths en Washington D.C.. Me encerraron con personas mentalmente enfermas. No sabia por qué razón, yo no me sentía loca. Ahí me drogaron como una zombi, así me sentía. Y me privaron de libertad, llevándome a otro centro prision federal de enfermos mentales en Lexington, Kentucky, donde sufrir una depresión mortal. La cual quise atentar contra mi vida, me sentía perdida en un país sin un ser querido.

Sólo quería morir en ese momento. Con la noticia que estaba embarazada fueron momentos difíciles para mí que marcaron mi vida, con tan solo 15 años camino a cumplir mis 16. Adolecente, sola, sin familia, y embarazada en un país extraño, fue un caos de emociones revueltas en ese momento. Pues la cual tuve otra recaída en depresión intentando quitarme la vida en mi cerda de la prision de immigration de Lexington, Kentucky. Lo cual me insolaron en un cuarto con camisa de fuerza y medicada las 24 horas.

Del día, donde no tenía ni la noción del tiempo, solo estaba sumergida en mi terrible angustia y dolor, tragando lagrimas día a día sin saber cuál sería mi futuro. Solo me aferré a pensar que todo era una pesadilla que tenía. Después de tanto gritar que yo no estoy loca, decidieron hacerme una evaluación. Ellos sabían que estaba embarazada y me podía hacer daño de toda esa estrés. La cual yo le dije que al llegar al refugio de Pennsylvania, el primer mes que estaba ahí tube relación con un muchacho y qué el era el papa de mi embarazo. Al darle toda la información sobre el y qué todavía permanecía en el refugio Fort Chaffee, lo relocalizaron, y haciendo los trámites necesarios me reunieron con el. Sin embargo me sentía muy feliz de salir de ese horrible encierro.

Pensaba que estaba curada de mi depresión del todo, sin imaginar que lo que me venía después con mi pareja y papa de mi bebe. Bueno, creo que sí les interesa más de mí historia que no terminó ahí…